sábado, 7 de agosto de 2010


Por que las experiencias más hermosas de mis días las recuerdo como mínimo, húmedas, taciturnas, y en un punto clímax, lluviosas, para ser específico “aguaceros”…???

Ventanas empañadas de amor, vidrios testigos de miles de sensaciones explosivamente ricas en adrenalina, desde un orgasmo hasta la emoción de un corazón acelerado esperando en la puerta a que llegues, desde besarte bajo el frio de la torrencial agua tropical y sentir que pudiera detener ese segundo por el resto de mi vida y no olvidarlo en mis labios jamás…
Un carro que parecía no ser lo suficientemente grande como para evitar el balanceo de tu cuerpo sobre el mío, mi mente concentrada en tu cara de placer y en lo hermoso del movimiento de tus pechos en la danza de mi delicioso delirio… afuera un diluvio que me canta y me bendice con el golpe del viento que se cuela por las hendijas de los panorámicos laterales dejando entrar el frio necesario para que tu sudor se vuelva dulce y tus poros de contraigan de una manera tan brusca que te hagan suspirar e inevitablemente llegar a ver las estrellas que un grito de placer femenino puede crear…. Todo esto y yo solo me quedo hay sin poder decir ni hacer ni pensar solo sentir y amar cada milisegundo de ese instante…

Una tarde de películas, palomitas de maíz y el sonido de las gotas azotando el techo, aturdiendo y cantándole a mi libido justo al oído mordiéndome el cuello, diciéndome que no te deje ver la parte interesante de la historia…

Momentos intensos de lagrimas y el sosiego de no saber cómo se pudo ir todos estos años por un caño tan solo por un punto discordante que ninguno de los dos está dispuesto a ceder y permitir que el amor y la nobleza respiren… termino viendo por la reja como el agua calma el silencio y lo convierte en oxigeno a mis pulmones capaz de aspirar la bocaranada suficiente para decirte TE AMO y me vale ·$%&/*-·% lo demás!!!

Pasado, un pasado que asocio al “gris” y no por malo, a diferencia de muchos que asocian este color a algo negativo o aburrido incluso doloroso, yo lo asocio a la lluvia, a los días, tardes y noches que fueron más intensas para mi…
Relámpagos, truenos, centellas y mucha, pero mucha energía en el aire como para dormir, remonto mi memoria a mis 6 o 7 años en la casa de mi madre, deslizarme gateando por la puerta trasera, colocar la escalera, todo muy cautelosamente para no despertar a nadie a las 3 de la mañana, todo para lograr montarme en la azotea, taparme los ojos con mi brazo y abrir la boca para dejar entrar el mágico elemento que definitivamente más amo de este planeta…

Llego a la conclusión mientras escribo, es que mi alma obviamente es energía, pero ha de tener pequeños átomos de H2O y no dejo de sentirme un tanto triste de saber que este invierno ya no le queda mucho, sin embargo sonrío por que hoy llueve y no desperdiciare correr y respirar su efluvio…

ML

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